(Dr. Leonel Argüello Yrigoyen, médico epidemiólogo-director ejecutivo de PCI/miembro de la Federación Red NicaSalud)

LA VIDA ES MOVIMIENTO. Cuando estás durmiendo, tus células están trabajando ya que existe todo un mundo microscópico que nos asegura que sigamos estando en este mundo. Cualquier indicación, sea médica o no, que limite totalmente el movimiento no es correcta. Aunque sea parcialmente, debemos mover el cuerpo constantemente.

Nuestro diseño corporal está construido para movernos, inclusive aunque estés en una cama hospitalaria, tenés que hacer ejercicio diario, idealmente con técnicos de Fisioterapia. A veces ponemos pretextos: “es que no puedo moverme porque estoy enyesado”. Sí, pero tus manos, hombros, cuello y demás partes del cuerpo las podés mover, pero no lo hacemos. Aunque estamos sin poder movernos del mismo lugar, con sólo que contraigamos nuestros músculos por unos segundos y luego los relajamos, ya estamos haciendo actividad física y si vamos aumentando el tiempo de contracción-relajación será mejor todavía.

Culturalmente decimos a la gente de mayor edad: “no se mueva; quédese ahí; cuidado se cae”. Hasta tenemos sillas abuelitas para que ahí pasen todo el día, pero el sedentarismo es un error. Que gocen sus sillas abuelitas pero que también se muevan, caminando de un sitio a otro, haciendo ejercicios de tobillos, muñecas, hombros. Todos los seres humanos, independientemente de nuestra edad, tenemos que ser físicamente activos y por supuesto las y los adultos mayores con más razón, para mantenerlos ágiles, para mejorar su circulación, para disminuir dolores, para evitar coágulos y si la artritis deformante no lo deja caminar, mueva lo que pueda, con canción o sin canción.

Los estudios demuestran que sujetos de 20 años con sólo tres semanas de estar en cama, les produce un impacto mayor en la capacidad de trabajo físico que tres décadas de vida. Por tanto, ni acostados por enfermedad, fracturas u otras causas, ni en los mismos hospitales debemos permitir estar sin actividad física. El movimiento es y da vida. En el hogar, en el centro de estudios y centro de trabajo, usted tiene la palabra: A moverse!