World Vision Por los Niños presentó el pasado 3 de junio la conferencia Magistral “La Tierna Protección, la manera preferida de World Vision para contribuir a la protección de la niñez y adolescencia”, misma que se realizó en el Auditorio Xabier Gorostiaga de la Universidad Centroamericana (UCA).
Según Anna Grellert, pediatra y asesora regional de Niñez en Desarrollo de World Vision, en su ponencia sobre “Crianza con Ternura (como un aporte a la Tierna Protección) en el contexto Latinoamericano y Caribeño”, cuando se habla de Tierna Protección, se habla de la manera preferida de World Vision para proteger a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de toda forma de violencia directa, cultural y estructural mediante una revolución de la ternura que promueve la transformación individual, social y política.
Para Grellert, la primer pregunta que habría de responderse es ¿Cómo es ese contexto latinoamericano y si está él contribuyendo a ese desarrollo de la vida plena de los niños y las niñas, o representa una amenaza que requiere una respuesta transformacional como la que llamamos Tierna Protección de la niñez? La experta pediatra, basada en estadísticas, ahondó en que las interacciones entre los niños y los adultos se están dando en un contexto de profunda violencia, pues numéricamente los resultados de una investigación arrojaron que América Latina es la Región más violenta del planeta.
“En América Latina se registran 12 homicidios por cada 100 mil habitantes y en el mundo esa taza es de 4, o sea que en América Latina hay tres veces más homicidios de niños y niñas. Es un problema de una magnitud profunda del que debemos hacer conciencia. 70% de los homicidios son de niñas y niños (…) generalmente el homicidio de los niños ocurre en el contexto externo de la familia, en el espacio público vinculado a actividades violentas con el crimen organizado, el narcotráfico, la violencia humana, etc ” comentó Grellert.
De acuerdo con Grellert, el sistema capitalista es un modelo económico que ejerce violencia, pues no está interesado en la salud de las personas o de la vida misma, sino en la salud de los mercados, y esto afecta los salarios de las familias, pues no permiten garantizar el bienestar del nuevo miembro que viene en camino. “Es necesario tener políticas públicas que aseguren una buena economía y que aseguren el capital humano” afirmó.
Lo anterior tiene un impacto significativo en los cuidados desde la primera infancia, porque lleva, según la experta, a una feminización importante del mercado laboral. Según estadísticas, se habla de 10 millones de mujeres latinoamericanas en Estados Unidos. En el caso particular de Nicaragua, 72% de las mujeres son madres empleadas con oficio doméstico en Costa Rica, es decir, que los niños son cuidados por otra persona y esa tensión afecta la lógica de crianza. “Un sistema económico que obliga a la separación del hijo de la madre puede ser considerado también una violencia”, expresó Grellert.
La experta pediatra argumentó que la niñez debe ser acogida, amada, acompañada, estimulada y nutrida en una red de relaciones significativas a pesar de la desigualdad que se vive en América Latina, pues no solo es una lucha contra la violencia directa, sino una lucha contra la violencia estructural, ya que las oportunidades para crecer y sobrevivir son mucho mejores en los lugares bien posicionados que en los sitios marginalizados. Pero, a pesar de ello, hay un factor que no depende de la estructura y puede existir en ambos espacios: la ternura.
En su presentación, Grellert explicó que Crianza con Ternura es una revolución cultural que se cultiva desde relaciones intergeneracionales de amor incondicional, monitoreo de vida y movilización para la acción política solidaria que procura el derecho al cuidado libre de violencia y pleno de amor.
Los cuatro pasos de crianza con ternura son restaurar, es decir, sanar historias de violencia; el proceso de formación, o sea, desarrollar las capacidades de criar con ternura; saber acoger al niño e ir a su encuentro; y por último, saber consolar al niño cuando está en problema, frustrado o triste. Estos pasos se han fundado en los principios que World Vision ha basado en los modelos de algunos autores como Gabriela Mistral, Paulo Freire, Maturana, el Papa Francisco, entre otros, que consisten en Relaciones cercanas: confianza, contantes, simétricas, recíprocas, empáticas y afectivas; Mentoría de vida: acoger, afirmar, acompañar, consolar, compadecer; y condiciones: políticas, sociales y económicas.
En Nicaragua, la Crianza con Ternura se ha venido trabajando desde hace tres años. Se empezó con el personal de World Vision Nicaragua y están trabajando con la Corte Suprema de Justicia, capacitando a los jueces en temas de sensibilización y formación en Crianza con Ternura, con el objetivo de que ellos puedan preparar a los facilitadores de justicia comunitaria y estos replicarlo con las familias. “Celebramos que en Nicaragua haya pasado la ley ante el castigo físico y trato humillante porque deslegitima el uso de la violencia como mecanismo de crianza” aseguró la pediatra.
También han preparado todo un material metodológico donde se trabaja con las familias cuyos niños son trabajadores, para familias a nivel comunitario, y esa se ejecuta junto al Ministerio de Familia. Con las iglesias también se han unido formulando una teoría de la ternura.
La conferencia de Anna Grellert, experta pediatra, con estudios en Microbiología y Salud Pública, es una invitación a un cambio cultural para superar la violencia con amor. Este modelo está siendo ejecutado en países donde World Vision tiene incidencia.
En esta actividad participaron representantes de diversas organizaciones e instituciones como Aldeas Infantiles SOS, Unicef, Red NicaSalud, ProMujer, movimiento scouts de Nicaragua, educadores y pediatras.